Liquidazione della religione?

Richard Schröder, filósofo y teólogo, profesor en la Humboldt Universität de Berlín, se declara cristiano evangélico y tiene a sus espaldas una larga vida en la Republica Democràtica Alemana bajo el dominio de un régimen comunista y ateo. Las tres elementos (filósofo y teólogo, vida en la Alemania Oriental) le avalan para confrontarse, en estas interesantes pàginas, con el conocido libro El espejismo de Dios (The God Delusion, Boston 2006) de Richard Dawkins. No rebate en detalle todos los errores cometidos por Dawkins -tantos!-, centrandose mas bien en la cuestión (error) de fondo. Defiende que con los métodos de las ciencias naturales no se puede respander de forma satisfactoria a la pregunta existencial esencial del ser humano: Qué es el hombre? Quiénes somos? En efecto, las ciencias naturales no pueden explicar lo que se refiere a las vivencias humanas mas hondas y personales: la justicia, la paz, la libertad, la culpa y el perdón. «Mi libro - anticipa en una nota preliminar - no quiere convertir a "la" religión (que como tal no existe), ni a la fe cristiana, sino que quiere simplemente informar sobre temas controvertidos y recordar que, más allá de la investigación de las ciencias naturales, no comienza el campo de las conjeturas sin límite, sino que también allí es indispensable el modo atento y cuidadoso de pensar, de percibir y de distinguir. También quien desea combatir la religión y el cristianismo debería estudiar a sus adversarios antes de polemizar». El contenido de la obra se articula en cinco capítulos, cuyo simple enunciado de títulos resulta ya expresivo: Un mundo sin religión?; La religión: un fenomeno duro; Saber, pensar, creer, ejercitarse en distinguir; El ateísmo; El cristianismo, la religión más sanguinaria de todos los tiempos? El autor analiza en profundidad todas estas cuestiones respondiendo punto por punto, con solvencia intelectual y agudos razonamientos, a las aseveraciones de Dawkins. Demuestra por una parte la falta de base científica - las ciencias naturales no pueden invalidar la religión - y las contradicciones internas de los postulados del biólogo británico y, por otra, pone en claro los sólidos fundamemos racionales y existenciales que legitiman la fe en Dios y la practica de la religión.

«Laureato in teologia, docente di filosofia alla Humboldt-Universität di Berlino, giudice costituzionale del Brandeburgo, presidente del senato della Deutsche Nationalforschung di Weimar, membro del Consiglio nazionale di etica e dell’Accademia delle scienze di Berlino, insignito di vari premi e lauree honoris causa e altro ancora: a un Autore dotato di un simile medagliere ci si accosta con il sospetto giustificato di accademismo, di arcigna competenza o di scostante erudizione. E, invece, ecco la sorpresa di un dettato brillante, di un testo intarsiato di esempi, sensibile alle curve di attenzione del lettore così da evitarne lo sbadiglio, ecco un Autore pronto a brandire il fioretto della polemica e a miscelare nelle sue righe la spezia dell’ironia, pur trattando un argomento delicato com’è quello del rapporto fede-scienza e pur avendo di fronte, in una sfida a un ideale duello contro tesi “deicide”, un ossequiato personaggio come Richard Dawkins, spavaldo autore del best-seller The God Delusion che Mondadori ha pensato di rendere ancor più provocatorio intitolandolo L’illusione di Dio».

«Il presente volume reagisce efficacemente alla pretesa che le scienze naturali siano capaci di spiegare tutto. Nemmeno il “gene egoista”, che tende unicamente alla propria sopravvivenza, riesce a spiegare il fenomeno dell’altruismo, della responsabilità personale e delle scelte libere che un individuo può compiere. Soprattutto va segnalato che il Nuovo Testamento contiene un’istanza critica perenne, che attraversa tutta la storia, presente, passata e futura: ed è l’evento di Cristo, in cui traspare il volto invisibile di Dio e del suo amore che salva. Nonostante i roghi degli eretici, la caccia alle streghe e le guerre, rimane indiscusso che Gesù sigillò con la morte in croce il suo insegnamento di amore anche verso i nemici. Ed è questo il modello di comportamento per chiunque abbia scelto di essere suo discepolo».